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viernes, 25 de junio de 2010

La gente le había contado que la universidad era como un universo paralelo, todos le decían que por eso se llama univers-idad pero Beca pensaba que exageraban, llevaba allí casi un mes y nada le había salido mal ni le había parecido raro, tenia una compañera de cuarto muy agradable que le había puesto el mote de Beca nada más conocerla, sus clases eran entretenidas. No era nada especial solo un colegio un poco más duro.

O eso pensaba hasta que apareció Feli. Feli apareció en el campus unos días antes del primer examen. Era estudiante autodidacta del tercer curso que no solía ir más que a los exámenes. Beca la conoció en la enfermería, había pasado por allí para saludar a la enfermera, con la que había entablado una amistad y allí estaba Feli. Tenia la cabeza echada hacía atrás y sujetaba con una mano un paquete de hielo y jugaba con un trozo largo de plástico negro. Estaba apoyada en la pared. Era alta, delgada y guapa. Tenia la piel pálida, el pelo rubio y los ojos azules, era claramente del norte. Por la parte posterior del cuello se veía un tatuaje de estrellas y en las primeras falanges de la mano derecha llevaba tatuado FELI en letras simples y elegantes. Pese a que estaba en una habitación cerrada llevaba gafas de sol, llevaba unas gafas ray ban wayfarer de pasta roja conjuntadas con la chaqueta. Nada más entrar en la enfermería le dirigió una corta mirada que ella noto.

-¿Qué miras?-dijo Feli bruscamente.

-Nada.-respondió Beca intimidada.

-No seas tan desagradable, viene a hacerme compañía, es estudiante de primer curso de medicina y es una de las pocas personas sanas que veo al día.-dijo la enfermera.

-Su enfermedad no se puede ver. Es un caso grave de perrito faldero te aconsejo que no la des de comer y la ates a su cama, alo mejor así se le pasa.

-¡Que te he dicho!

-Muchas cosas, Marina, pero no he visto ninguna útil de modo que no las he asimilado. Bueno, lo que si he asimilado es que tuviese esto puesto durante cinco minutos que se cumple ya, justo cuando el ambiente empezaba a aburrirme.

Salio de la enfermería y se la vio en la calle al cabo de un par de minutos, nada más abrir la puerta colocó un cigarro en el plástico negro, que era una boquilla y dio una calada con satisfacción. Solo ando un par de metros hasta que llego un grupo de gente que la rodeo.

-¿Qué le pasaba?

-se había peleado, supongo, no me lo dice nunca. Siempre se mete en líos, como si los buscase por diversión, muy probablemente lo haga. Es superdotada y autodidacta se lo tiene un poco creído, pero supongo que algunos pueden. Pero como siga fumando así no pasara de los 40.

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