Libros

sábado, 23 de febrero de 2013

Bonaparte



Soy una grandísima admiradora de Napoleón Bonaparte. Me inspira y fascina. Encuentro en él a una de las figuras más importantes de la Historia reciente y considero que si todos fuésemos un poco más como él todo sería muy distinto.

Casi siempre que comento esto a alguien  surgen los mismos 3 comentarios. Tanto es así que ahora mismo no me viene nadie a la memoria que no me haya hecho por lo menos uno de ellos. El primero y más común es que era bajito. Sí, medía 1,64. Aunque he perdido mucho tiempo en intentar explicar porque esa altura no era tan patética en su tiempo, no voy a intentarlo ahora. (No digo que no fuese bajito, lo era y le costó muchas burlas) El segundo comentario es que la tenía pequeña. Y es cierto, de hecho, no superaba los siete centímetros en erección. Sinceramente, teniendo en cuenta que era bajito, gordo, feo y desagradable no veo que misterio hay en que tampoco estuviese bien dotado. Es obvio que en el reparto de virtudes y bellezas no tuvo mucha suerte. Y el último comentario, el que me da más rabia oír, es que era demasiado ambicioso. Puede que la admiración me nuble el juicio pero ¿por qué iba a existir un límite a la ambición? ¿Qué hay de malo? ¿Qué tiene de malo querer lo mejor para ti y para los tuyos? ¿Querer subir, llegar a lo más alto y querer quedarte ahí? ¿Qué hay de malo en querer dejar tu nombre en la Historia para siempre? Personalmente, considero que lo que le pasó a Bonaparte fue algo así: le llegó un poco de poder, le gustó y buscó más. Así durante un tiempo hasta que se dio cuenta de que no quería más, lo quería todo y no dejó nunca de buscarlo. Subió hasta donde quiso, llevándoselo todo por delante. ¿Se le subió a la cabeza? No creo, simplemente proyectó la imagen que tenía de si mismo demasiado abiertamente, sin el filtro de la modestia. Todos tenemos concepciones de nosotros mismos y la suya elevaba todas sus capacidades. Creo que podría haber llegado a desarrollarse tal y como él se veía si no hubiese tenido el pequeño obstáculo de la oposición de Europa. Considero que cometió dos grandes errores, confiar en cierta gente (Murat, por ejemplo) y el segundo fue no mantener una escala entre su persona y quien se le oponía. Durante toda su vida midió mal a sus contrincantes y esa fue la causa de su caída, en mi opinión. No tuvo en cuenta que él no era el único con grandes capacidades.

La gente me pregunta qué es lo que me llama tanto la atención en Napoleón y es, precisamente, esa ambición sin precedentes.

viernes, 15 de febrero de 2013

Algo que no entiendo


Tenía pensado escribir algo en San Valentín pero con los exámenes no me dio tiempo, sin embargo, quería dejar una ligera reflexión que no he podido apartar de mi cabeza totalmente. El caso es que ayer mismo escuche el típico comentario de que San Valentín es una fiesta comercial, de que si estabas con alguien no le demostrabas los sentimientos con regalos o dinero. La persona venía a decir que comprar un regalo a su pareja era un gasto inútil sin demasiados miramientos. Me parece un gesto de lo más válido, cada uno piensa lo que quiere pero que alguien me explique cómo eso se puede considerar inútil pero el tabaco y alcohol no. No lo entiendo. No digo que no lo haga, cada uno gasta en lo que quiere, pero me parece una excusa muy pobre. Quiero decir, no veo ninguna razón por la que invertir en algo que daña tu salud sea mejor que invertir en regalos para alguien que te hace feliz. 

Mi querido Bob

Desde hace un tiempo quería hacer esto y por fin tuve la oportunidad gracias a mi profesora de lengua. Así que por aquí queda una redacción sobre Bob Esponja :)


Prácticamente en cualquier momento del horario infantil se puede encontrar Bob Esponja en la televisión. No solo eso, el “merchandaising” de este personaje y sus compañeros invade miles de miles de tiendas de todo el mundo. Personalmente, considero que la fama de este personaje es inmerecida, exagerada e injusta.

Si bien es cierto que se trata de un personaje entrañable a ratos y que sus episodios tienen cierta gracia de vez en cuando, la serie en su conjunto me resulta muy desagradable. Si analizamos los episodios tratan sobre situaciones absurdas sin importancia en la que explotan gracias vacías apoyándose en la simpleza de los personajes. Los personajes, además, son en sí “estúpidos” y exageradamente planos. Con todo esto quiero decir que en cuanto a enseñanza y trama la serie deja mucho que desear. Por otro lado está la realización. El personaje protagonista es una esponja que vive debajo del mar algo perfectamente aceptable en el mundo de fantasía, sin embargo, su dibujo es simple, llano y carente de cualquier mérito. Tanto es así que ni siquiera presenta sombreado.  Patricio, gran amigo de Bob, es una masa rosa pobremente contorneada que viste un bañador que se forma únicamente por un cambio de textura delimitada por dos líneas negras, arriba y abajo. El señor Cangrejo, se basa en un cono ligeramente redondeado en su base del que salen brazos, piernas y ojos. Ni decir tiene que la calidad del dibujo me resulta bastante pobre. Si seguimos analizando  nos podemos dar cuenta de los fondos simples, un “horizonte” lejano salpicado de vez en cuando por algún objeto lejano. Por otro lado, según las situaciones absurdas van ocurriendo las reacciones de los personajes son siempre exageradas. No es necesario que a un personaje le crezcan los ojos para demostrar que está sorprendido, ni que su sonrisa ocupe la mitad de su cara para demostrar que sonríe. Es perfectamente posible que un personaje demuestre emociones sin que estas afecten a sus rasgos anatómicos, aunque la inmensa mayoría de los personajes de esta serie carecen de una anatomía concreta.

Podría hablar durante horas de las infinitas pegas que le veo a esta serie y a muchas del estilo que ahora son muy populares. A mi parecer los dibujos “de ahora” han perdido capacidad narrativa y creativa. Puede que sea por mis propias aficiones pero no puedo evitar pensar que el material de entretenimiento que se suministra hoy en día es demasiado simple y fácil. Hace no demasiado tiempo los dibujos y series de animación comenzaron a ser cada vez más simples pero mantenían unas pautas mínimas de composición y desarrollo creativo que ya no se cumplen. Por último, me resulta desagradable pensar que hay muchísima gente con ideas y capacidades mejores de las que quienes realizan Bob Esponja y sucedáneos que no tiene la oportunidad de vivir como lo hacen los otros. 

sábado, 2 de febrero de 2013

El Cuaderno de la Infamia.


Uuupsi! Bueno, supongo que no será necesario que demuestre mi incapacidad para mantener un hábito prolongadamente. Normalmente empiezo con mucho ímpetu y poco a poco lo voy dejando, lo recupero y luego lo vuelvo a dejar…Siempre lo mismo. Podría decir lo que digo siempre: a partir de ahora escribiré más. Pero siendo realista sé que no lo voy a hacer. En parte porque no tengo demasiado tiempo y en parte porque tampoco me gusta tanto. Pero esto no quiera decir que vaya a abandonar el blog totalmente. Todo lo contrario, tengo algo pensado.  Tengo una idea con un montón de variables.
Ha llegado a mis manos algo muy especial. Me lo regaló mi abuelo y es un cuaderno. Cualquier persona normal habría cogido el cuaderno y le habría dado uso pero yo no. Absolutamente todo lo que tengo tiene nombre, aunque no uso todos los nombres siempre, eso sería raro ¿no?  Por ejemplo  está mi regla de dibujo, La Virilidad; mi móvil, El Invencible; un muñeco de playmobil que me encontré por ahí, El Doncel y este cuaderno que se llama El Cuaderno de la Infamia.  Lo que pretendo hacer con este cuaderno es lo siguiente: apuntar cualquier tema del que me apetezca expresar mis opiniones. Como soy bastante “hater” las opiniones suelen ser malas(Llevo varios días apuntando cosas y ya me siento muy misantrópica) Aunque malo es un término demasiado poco preciso para lo que quiero expresar. No se trata de simplemente criticar y decir lo malo que es todo, se trata de expresar un punto de vista de la manera más crítica que pueda. Supongo que mejor que explicarlo será hacerlo y quitarme de líos.
Resumiendo, lo que voy a hacer es adoptar la filosofía JPelirrojo, “es mi blog y hago lo que me da la gana” y lo que me da la gana es “criticar”(que soy muy maruja y no puedo negarlo) pero en ningún momento con ánimo de ofender.  Y para acabar, solo espero pasármelo bien yo y que quien  pueda disfrutarlo que lo disfrute. 

Seguiré escribiendo sobre otras cosas y subiendo dibujos de vez en cuando, lo que me apetezca :)