martes, 26 de febrero de 2013
sábado, 23 de febrero de 2013
Bonaparte
Soy una grandísima admiradora de Napoleón Bonaparte. Me inspira y fascina. Encuentro en él a una de las figuras más importantes de la Historia reciente y considero que si todos fuésemos un poco más como él todo sería muy distinto.
Casi siempre que comento esto a alguien surgen los mismos 3 comentarios. Tanto es así
que ahora mismo no me viene nadie a la memoria que no me haya hecho por lo
menos uno de ellos. El primero y más común es que era bajito. Sí, medía 1,64.
Aunque he perdido mucho tiempo en intentar explicar porque esa altura no era
tan patética en su tiempo, no voy a intentarlo ahora. (No digo que no fuese
bajito, lo era y le costó muchas burlas) El segundo comentario es que la tenía
pequeña. Y es cierto, de hecho, no superaba los siete centímetros en erección.
Sinceramente, teniendo en cuenta que era bajito, gordo, feo y desagradable no
veo que misterio hay en que tampoco estuviese bien dotado. Es obvio que en el
reparto de virtudes y bellezas no tuvo mucha suerte. Y el último comentario, el
que me da más rabia oír, es que era demasiado
ambicioso. Puede que la admiración me nuble el juicio pero ¿por qué iba a
existir un límite a la ambición? ¿Qué hay de malo? ¿Qué tiene de malo querer lo
mejor para ti y para los tuyos? ¿Querer subir, llegar a lo más alto y querer
quedarte ahí? ¿Qué hay de malo en querer dejar tu nombre en la Historia para
siempre? Personalmente, considero que lo que le pasó a Bonaparte fue algo así:
le llegó un poco de poder, le gustó y buscó más. Así durante un tiempo hasta
que se dio cuenta de que no quería más, lo quería todo y no dejó nunca de
buscarlo. Subió hasta donde quiso, llevándoselo todo por delante. ¿Se le subió
a la cabeza? No creo, simplemente proyectó la imagen que tenía de si mismo
demasiado abiertamente, sin el filtro de la modestia. Todos tenemos concepciones
de nosotros mismos y la suya elevaba todas sus capacidades. Creo que podría
haber llegado a desarrollarse tal y como él se veía si no hubiese tenido el pequeño obstáculo de la oposición de Europa.
Considero que cometió dos grandes errores, confiar en cierta gente (Murat, por
ejemplo) y el segundo fue no mantener una escala entre su persona y quien se le
oponía. Durante toda su vida midió mal a sus contrincantes y esa fue la causa
de su caída, en mi opinión. No tuvo en cuenta que él no era el único con grandes
capacidades.
La gente me pregunta qué es lo que me llama tanto la
atención en Napoleón y es, precisamente, esa ambición sin precedentes.
viernes, 15 de febrero de 2013
Algo que no entiendo
Tenía pensado escribir algo en San Valentín pero con los exámenes
no me dio tiempo, sin embargo, quería dejar una ligera reflexión que no he
podido apartar de mi cabeza totalmente. El caso es que ayer mismo escuche el típico
comentario de que San Valentín es una fiesta comercial, de que si estabas con
alguien no le demostrabas los sentimientos con regalos o dinero. La persona
venía a decir que comprar un regalo a su pareja era un gasto inútil sin demasiados
miramientos. Me parece un gesto de lo más válido, cada uno piensa lo que quiere
pero que alguien me explique cómo eso se puede considerar inútil pero el tabaco
y alcohol no. No lo entiendo. No digo que no lo haga, cada uno gasta en lo que
quiere, pero me parece una excusa muy pobre. Quiero decir, no veo ninguna razón
por la que invertir en algo que daña tu salud sea mejor que invertir en regalos
para alguien que te hace feliz.
Mi querido Bob
Desde hace un tiempo quería hacer esto y por fin tuve la oportunidad gracias a mi profesora de lengua. Así que por aquí queda una redacción sobre Bob Esponja :)
Prácticamente en cualquier momento del horario infantil
se puede encontrar Bob Esponja en la televisión. No solo eso, el “merchandaising”
de este personaje y sus compañeros invade miles de miles de tiendas de todo el
mundo. Personalmente, considero que la fama de este personaje es inmerecida,
exagerada e injusta.
Si bien es cierto que se trata de un personaje entrañable
a ratos y que sus episodios tienen cierta gracia de vez en cuando, la serie en
su conjunto me resulta muy desagradable. Si analizamos los episodios tratan sobre situaciones
absurdas sin importancia en la que explotan gracias vacías apoyándose en la
simpleza de los personajes. Los personajes, además, son en sí “estúpidos” y exageradamente planos. Con todo esto quiero
decir que en cuanto a enseñanza y trama la serie deja mucho que desear. Por
otro lado está la realización. El personaje protagonista es una esponja que
vive debajo del mar algo perfectamente aceptable en el mundo de fantasía, sin
embargo, su dibujo es simple, llano y carente de cualquier mérito. Tanto es así
que ni siquiera presenta sombreado. Patricio,
gran amigo de Bob, es una masa rosa
pobremente contorneada que viste un bañador que se forma únicamente por un
cambio de textura delimitada por dos líneas negras, arriba y abajo. El señor Cangrejo,
se basa en un cono ligeramente redondeado en su base del que salen brazos,
piernas y ojos. Ni decir tiene que la calidad del dibujo me resulta bastante
pobre. Si seguimos analizando nos
podemos dar cuenta de los fondos simples, un “horizonte” lejano salpicado de
vez en cuando por algún objeto lejano. Por otro lado, según las situaciones
absurdas van ocurriendo las reacciones de los personajes son siempre
exageradas. No es necesario que a un personaje le crezcan los ojos para
demostrar que está sorprendido, ni que su sonrisa ocupe la mitad de su cara
para demostrar que sonríe. Es perfectamente posible que un personaje demuestre
emociones sin que estas afecten a sus rasgos anatómicos, aunque la inmensa mayoría
de los personajes de esta serie carecen de una anatomía concreta.
Podría hablar durante horas de las infinitas pegas que le
veo a esta serie y a muchas del estilo que ahora son muy populares. A mi parecer los dibujos “de ahora” han
perdido capacidad narrativa y creativa. Puede que sea por mis propias aficiones
pero no puedo evitar pensar que el material de entretenimiento que se
suministra hoy en día es demasiado simple y fácil. Hace no demasiado tiempo los
dibujos y series de animación comenzaron a ser cada vez más simples pero
mantenían unas pautas mínimas de composición y desarrollo creativo que ya no se
cumplen. Por último, me resulta desagradable pensar que hay muchísima gente
con ideas y capacidades mejores de las que quienes realizan Bob Esponja y sucedáneos
que no tiene la oportunidad de vivir como lo hacen los otros.
sábado, 2 de febrero de 2013
El Cuaderno de la Infamia.
Uuupsi! Bueno, supongo que no será necesario que
demuestre mi incapacidad para mantener un hábito prolongadamente. Normalmente
empiezo con mucho ímpetu y poco a poco lo voy dejando, lo recupero y luego lo
vuelvo a dejar…Siempre lo mismo. Podría decir lo que digo siempre: a partir de
ahora escribiré más. Pero siendo realista sé que no lo voy a hacer. En parte
porque no tengo demasiado tiempo y en parte porque tampoco me gusta tanto. Pero
esto no quiera decir que vaya a abandonar el blog totalmente. Todo lo
contrario, tengo algo pensado. Tengo una
idea con un montón de variables.
Ha llegado a mis manos algo muy especial. Me lo regaló mi
abuelo y es un cuaderno. Cualquier persona normal habría cogido el cuaderno y
le habría dado uso pero yo no. Absolutamente todo lo que tengo tiene nombre,
aunque no uso todos los nombres siempre, eso sería raro ¿no? Por ejemplo
está mi regla de dibujo, La Virilidad; mi móvil, El Invencible; un
muñeco de playmobil que me encontré por ahí, El Doncel y este cuaderno que se
llama El Cuaderno de la Infamia. Lo que
pretendo hacer con este cuaderno es lo siguiente: apuntar cualquier tema del
que me apetezca expresar mis opiniones. Como soy bastante “hater” las opiniones
suelen ser malas(Llevo varios días apuntando cosas y ya me siento muy misantrópica)
Aunque malo es un término demasiado poco preciso para lo que quiero expresar.
No se trata de simplemente criticar y decir lo malo que es todo, se trata de
expresar un punto de vista de la manera más crítica que pueda. Supongo que
mejor que explicarlo será hacerlo y quitarme de líos.
Resumiendo, lo que voy a hacer es adoptar la filosofía
JPelirrojo, “es mi blog y hago lo que me da la gana” y lo que me da la gana es “criticar”(que
soy muy maruja y no puedo negarlo) pero en ningún momento con ánimo de ofender.
Y para acabar, solo espero pasármelo bien
yo y que quien pueda disfrutarlo que lo
disfrute.
Seguiré escribiendo sobre otras cosas y subiendo dibujos de vez en cuando, lo que me apetezca :)
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